Los 5 puntos de Calidad de un Vermut
Que el Vermú está de moda, ya lo sabemos y de ello hemos hablado en artículos anteriores pero, la clave está en como definir la calidad en un producto como este. En este artículo intentaremos determinar qué parámetros de calidad debemos observar a la hora de valorar un Vermú.
El Vermú o Vermouth es un vino especiado y encabezado, por lo tanto, los parámetros de calidad de un Vermú comienzan por cada uno de los ingredientes que participan en su receta.
Podemos decir que para determinar su calidad un Vermú debe cumplir los siguientes 5 parámetros:
1.- El vino
Dado que es una bebida cuya base es vino, la calidad de seste producto debe ser muy cuidad, en concreto deberá ser un vino limpio sin defectos, con una nariz en cierto modo neutra, con poca expresividad aromática y con una boca equilibrada con una acidez equilibrada,
2.- Especias y botánicos
Son todas ingredientes que aportan al Vermú un peculiar aroma e incluso color. El ingrediente imprescindible es el Ajenjo que le aporta el característico sabor amargo, pero no es el único que se utiliza en su elaboración. Suele ser bastante habitual que aparezcan, canela, vainilla, genciana, cilandro, coriandro, manzanilla, pimienta, cascara de frutas cítricas y un largo etcétera.
Lo que marca realmente la diferencia en cuanto a la calidad de la bebida es que los botánicos y especias, que se ultilicen sean naturales, por lo general secas, pero naturales, renunciando a la utilización de esencias o saborizantes que, si es cierto, que facilitarían la tarea de elaboración del Vermú pero restarían calidad al conjunto.
3.- Alcohol
Como hemos dicho anteriormente, el Vermú es un producto encabezado, es decir, que se le adiciona alcohol vínico para conseguir un aumento del contenido de alcohol a la mezcla hasta el 15-17% Vol.
De la procedencia del alcohol, depende en gran medida que la sensación en boca sea más o menos agradable, ya que si no usamos un alcohol vínico de calidad la sensación y golpe de alcohol en boca harán que la experiencia de su degustación, no sea satisfactoria al 100%.
4.- Notas Aromáticas
Para considerar un Vermú como de calidad superior las notas aromáticas que nos aporten tiene que ser limpias y que no nos de la sensación de estar ante la presencia de una bebida aromatizada artificialmente como pudiera ser un refresco. Esto a priori podría calificarse de difícil de detectar por el gran público pero es tan sencillo como someter a nuestro olfato el producto y detectar varios aromas diferentes sin que uno destaque de una forma predomiante por encima del resto.
Otro punto de calidad en cuanto al aroma, es que el Vermú no pierda aroma transcurridos unos minutos después de haberlo servido. Esto nos indica que los botánicos son reales y su aroma se ha integrado en el seno del líquido liberándose de forma gradual desde su servicio hasta su consumo.
5.- Notas Gustativas
Para valorarlo en boca, tenemos que tener algo más de experiencia en catar Vermús pero podemos decir que de forma general un buen producto tiene que tener amargor marcado, un dulzor que aporte una sensación agradable y no empalague en boca. Un Vermú es una bebida amarga y no un jarabe dulce, pero que nos aporte en la boca también esos aromas que apreciábamos en la nariz.
En definitiva, debe tener unos buenos ingredientes, naturales y de calidad, una gran complejidad en nariz y que en boca nos confirme las buenas sensaciones de hemos tenido en la fase olfativa.
Ahora sólo nos queda disfrutar de un buen Vermú bien servido. Desde Formación y Enología aconsejamos consumirlo en un vaso bajo y ancho con uno o dos hielos, una rodajita de naranja o limón dependiendo del tipo de Vermú que estemos consumiendo y con una aceituna con hueso y un plato de patatas fritas.
Y un último consejo siempre que sea posible en una buena compaña
