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2017 Una Vendimia Mermada



Ya estamos en vendimias en toda España, y como habrás podido comprobar este año ha sido muy temprana. Vamos a intentar explicar el porqué de este adelanto y porque la producción de este 2017 va a ser inferior a años anteriores.

En primer lugar tenemos que echar la vista hacia atrás y recordar cómo ha sido el final de año vitivinícola pasado. El pasado año fue uno de los años con más producción de la historia   España, ya no sólo en número de kilos sino por el rendimiento por hectárea que fue muy elevado incluso en algunas zonas de producción se alcanzaron excesos de producción según marca la normativa de muchos Consejos Reguladores.

2017 una vendimia mermada

 

En cuanto al periodo invernal, el invierno no fue para nada frío, salvo una ola de frio intensa pero de corta duración, fue un periodo acompañado de muy poca precipitación y seguida de una primavera muy calurosa y con menos lluvias aún. Esto supuso que la cepa comenzase su ciclo biológico antes de lo que es habitual, sobre todo en zonas del centro y norte de Castilla y León, lo que provocó un adelanto en la brotación.  Este hecho, acompañado a una helada tardía a finales de abril, provocó que muchas de las plantas que ya habían brotado se quemasen por la acción del frío. La mencionada helada hizo temer por gran parte de la cosecha como sucedió finalmente en algunas zonas de Segovia y sobre todo de León (Bierzo).

A pesar de la helada, la vid se guarda un plan B, que son las yemas ciegas que son yemas que brotan cuando las yemas francas se hielan o hay problemas de brotación. Digamos que su función es la misma que los jugadores del banquillo de un partido de futbol, si se lesiona un compañero estar disponible para rendir en el campo. Si es verdad, que estas yemas son menos productivas, pero aun así salvan una parte de la producción.

El otro fenómeno asociado a las heladas primaverales fue la ausencia casi total de lluvias en el periodo entre Febrero y Mayo, lo que provocó que la planta no tuviera la suficiente agua como para desarrollar al 100% sus pámpanos o ramas.

Si esto no fuera poco, hay otro momento delicado en el cultivo de la vid, que es el periodo de floración. Si en este periodo se producen lluvias, puede provocar que los granos de uva no lleven a formarse (se produce un corrimiento o falta de cuajado del fruto). Este año este estado fenológico, coincidió con lluvias en Junio, lo que merma un poco más la producción.

Llegamos al verano, meses claves para la maduración de la uva, y este 2017 ha sido cálido y seco, excepto en algunas zonas donde se produjeron tormentas con granizo, dañando los pequeños racimos que estaban en las cepas. El calor de verano y la sequía unidos, hacen que la planta complete su ciclo biológico lo antes posible para asegurarse que no se deshidrata y pueda conservar reservas para brotar al año siguiente. Es por ello que la maduración de la uva ha sido tan rápida este verano y por lo que la vendimia se está llevando a cabo de media con un mes de antelación con respecto a un año normal.

Estos cuatro hechos son los que han condicionado la producción y vendimia de este 2017

 

Un saludo
 
Formación y Enología 
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